# Cómo usar la IA para pensar mejor: proceso frente a resultado
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Cada vez que abres un asistente de IA haces, quizá sin saberlo, una elección: **¿quieres un resultado o quieres un proceso?**
Y casi todo el mundo elige resultado. *“Resúmeme este informe”*. *“Hazme un mapa mental”*. *“Dame las ideas clave”*. Y la IA, obediente, hace algo correcto, limpio y superficial.
El problema no es el resumen ni el mapa mental. El problema es que, en muchos casos, lo valioso no era el resultado, sino el proceso que te has saltado.
Este número de la newsletter va de eso: de cuándo tiene sentido usar la IA como fábrica de resultados, y cuándo es mucho más poderoso usarla como motor de procesos de pensamiento.
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## Resultado: cuando la IA te hace el trabajo
Llamemos “resultado” a todo uso de la IA en el que tú le pides una pieza final y aceptas, quizá revisando y corrigiendo algo:
- Un resumen de un informe de 60 páginas.
- Un mapa mental ya dibujado a partir de un vídeo informativo.
- Un esquema de presentación completo a partir del título y conceptos.
- Un listado de “ideas clave” de un libro.
Tu implicación cognitiva es mínima: formular el prompt, leer lo que sale y, como mucho, retocarlo por encima.
Ventajas:
- Es rápido.
- Da sensación de productividad. Sensación.
- Te ahorra trabajo mecánico.
Pero tiene un coste oculto: **te roba el proceso de entender, decidir y conectar**. Y ese proceso es donde ocurre el aprendizaje real.
Con la IA usada así, tú delegas el pensar y te quedas solo con el consumir.
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## Proceso: cuando la IA te acompaña a pensar
Ahora imagina el enfoque contrario: usar la IA no para que te entregue una respuesta cerrada, sino para que te acompañe en el recorrido. Proceso significa:
- Descomponer.
- Preguntar.
- Dudar.
- Contrastar.
- Reconstruir con criterio propio.
La IA aquí no es una impresora de soluciones, sino algo más cercano a un tutor exigente, un editor o un compañero intelectual. El output final puede seguir siendo un resumen, un mapa o un esquema, pero el valor no está en “lo que te da”, sino en **cómo te ha obligado a pensar mientras lo construíais juntos**.
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## El ejemplo de los informes largos: resumen vs entendimiento
Pongamos un caso muy concreto: un informe de analistas de 60 páginas. Por ejemplo, el último informe de McKinsey que estoy procesando, llamado [*Agents, robots, and us: Skill partnerships in the age of AI*](https://www.mckinsey.com/mgi/our-research/agents-robots-and-us-skill-partnerships-in-the-age-of-ai#/), publicado esta misma semana.
### Uso orientado a **resultado**
Prompt típico:
> “Resúmeme este informe en una página con las ideas clave.”
La IA hace su trabajo:
- Te da una síntesis ordenada.
- Puedes citar dos o tres frases en una reunión.
- Sientes que “ya te lo sabes”.
Pero en realidad te ha pasado algo parecido a leer solo la contraportada de un libro: tienes titulares, no comprensión. No has visto cómo se construye el argumento, qué partes son débiles, qué asunciones se dan por hechas, qué cosas se contradicen con lo que tú ves en tu negocio.
Has logrado un buen resultado… **saltándote el proceso de entendimiento**.
Y, para más inri, se te va a olvidar antes de 24 horas.
### Uso orientado a **proceso**
Ahora, mismo informe, pero con otra actitud. En lugar de pedir “un resumen”, diseñas un proceso de lectura asistida. Por ejemplo:
1. Pides un mapa de la estructura
- “Divídeme el informe en secciones lógicas y dime qué papel juega cada una.”
- No quieres todavía conclusiones; quieres el esqueleto.
2. Entras sección a sección
- “Explícame esta sección como si yo fuera un directivo no técnico en el área de *[lo que sea]*”
- “¿Qué supuestos está haciendo el autor aquí sobre el mercado, los clientes o la tecnología?”
3. Buscas tensiones y contradicciones
- “Señálame dónde este informe es más débil: datos antiguos, falta de contexto local, comparaciones discutibles…”
- “Propón preguntas incómodas que le harías al autor.”
4. Conectas con tu contexto
- “Aterriza las tres implicaciones más relevantes de este informe para una empresa como la mía.”
- “¿Qué cosas NO debería copiar literalmente de estas recomendaciones?”
5. Solo entonces, pides una síntesis
- “Ahora sí: condensa en 10 frases lo que para mí debería salir de aquí, en mi contexto.”
El resultado final es también un resumen… pero construido a partir de un **proceso de diálogo**, de contraste y de adaptación. Has entendido el informe mejor que si solo te hubieras leído la conclusión. Y la IA ha amplificado tu forma de pensar, no la ha sustituido.
Usar la IA como resultado aquí es una pérdida de potencial brutal.
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## El caso de los mapas mentales: dibujar frente a “que te lo den hecho”
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Pasa algo parecido con los mapas mentales. Últimamente he vuelto a ellos para casi todo.
Todas las herramientas de mapas mentales del mercado te hacen mapas automáticamente a partir de contenido o ideas. Yo uso, de hecho, ambas aproximaciones.
Si lo que quiero es tener un mapa mental rápido, pedirle a la IA que lo genere tiene sentido: le paso el texto o el enlace o la idea y Xmind me escupe nodos y subnodos, y listo. Resultado perfecto. Un vistazo y tengo una ligera idea del tema.
Pero tengo claro que lo que obtengo es ***una ligera idea****. Muy ligera.
Pero si lo que quiero es **entender un tema**, como lo que estoy haciendo con el informe de McKinsey o el [Book of News del Ignite de Microsoft](https://aka.ms/book-of-news), el valor del mapa mental está en crearlo:
- Decidir qué va al centro.
- Elegir qué ideas son ramas principales y cuáles son detalles, según voy leyendo el contenido.
- Recolocar conceptos hasta que el dibujo “encaje” en mi cabeza.
- Descubrir que dos cosas que crearía separadas van en la misma rama, o qué ideas de la misma rama separar.
Ese proceso de elegir, descartar y conectar es lo que reorganiza el modelo mental. Si me interesa el contenido, quiero aprendérmelo o interiorizarlo, voy a por el *proceso*, no el resultado.
Pero este proceso es manual. ¿No uso IA? ¿Cómo usar IA aquí sin matar el proceso?
- Se le puede pedir una primera lluvia de ideas para no partir de cero.
- Se puede usar para desafiar el mapa mental preconcebido o percibido: “¿Qué conceptos importantes crees que faltan?”
- Podemos pedirle conexiones que no vemos: “Dime relaciones no obvias entre estas dos ramas.”
**El proceso manual se ve tremendamente enriquecido usando la IA**
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## Por qué nos tienta tanto el modo “resultado”
Hay razones humanas muy normales por las que caemos una y otra vez en el uso de la IA como máquina de resultados:
- Pereza cognitiva: **pensar cansa**. Pensar cuesta. El cerebro ahorra energía siempre que puede.
- Ilusión de comprensión: si tienes un resumen, sientes que sabes; confundes “poseer un artefacto” con “haber integrado una idea”.
- Cultura del atajo y la productividad: nos venden constantemente que todo se puede hacer “sin esfuerzo”, “en 5 minutos”, “con este prompt mágico”. Gana dinero sin trabajar. *Busy is the new stupid*. La productividad tóxica de youtuber moderno y gurú de autoayuda.
- Sesgo de productividad: medimos más lo visible (páginas producidas, slides generadas) que lo invisible (claridad mental, criterio, capacidad de decisión).
La IA encaja como un guante en estos sesgos: te da mucha forma y poco fondo si tú no le pides otra cosa. No porque “sea superficial”, sino porque nosotros se lo pedimos así.
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## Un pequeño marco: antes de pedir, decide qué necesitas
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No se trata de demonizar el uso orientado a resultados. A veces lo que necesitas es, de verdad, una pieza rápida:
- Un resumen de un documento que no es clave. O que solo me interesa el vistazo superficial.
- Un borrador de un comunicado largo que luego vas a revisar en serio, pero no quieres empezar de cero.
- Un mapa mental para ilustrar una idea que ya dominas, o que quieres revisar y enriquecer después.
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El problema es usar siempre esa vía por defecto. El peligro de que la superficialidad se convierta en el estándar.
Puedes vacunarte con una pregunta previa muy simple cada vez que vayas a abrir el asistente:
> “¿Ahora necesito un resultado rápido o un proceso de entendimiento?”
Si la respuesta es “resultado”, pide el artefacto y ya está.
Si la respuesta es “proceso”, formula el trabajo con la IA de otra forma:
1. Pídele que te ayude a estructurar antes de resumir.
2. Oblígala a hacerte preguntas, no solo a contestarlas.
3. Pide contraejemplos, objeciones y puntos débiles.
4. Aterriza siempre en tu contexto antes de cerrar.
El segundo requiere más tiempo y más esfuerzo. Sin embargo, el resultado puede ser tremendamente más *productivo*.
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## Cómo se ve esto en la práctica con IA
En realidad no son solo dos modos (proceso o resultado). Hay, como mínimo, tres estadíos:
- **Resultado**: la IA trabaja para entregarme una pieza cerrada lo más rápido posible.
- **Proceso guiado por mí**: yo marco el ritmo y la IA me ayuda a pensar mejor: comprueba, corrige, aprieta y completa.
- **Proceso guiado por la IA**: la IA toma la iniciativa, trocea el trabajo y se asegura de que yo participe activamente, no solo consuma.
Os dejo un ejemplo rápido en una tabla, pero está muy simplificado. En realidad los prompts son bastante más largos. Algunos son ficheros de 200 líneas 😉
| | Resultado (IA como impresora) | Proceso guiado por mí (yo llevo el volante) | Proceso guiado por la IA (la IA marca el ritmo, yo participo) |
| -------------------- | --------------------------------------------- | -------------------------------------------------------------------------------------------------------- | -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- |
| Artículo o documento | Resúmeme este texto en 10 frases. | Te paso partes. Quiero que las expliques, valides lo que digo y me hagas una pregunta por bloque. | Divide tú el texto. Explica cada bloque, haz una pregunta de control y avanza solo si respondo. |
| Mapa mental | Hazme un mapa mental completo sobre X. | Yo propongo nodos. Dime qué sobra, qué falta y qué conexiones no estoy viendo. | Propón nodos y ramas. Explícalas, pide mi opinión y reordena con justificación. |
| Presentación | Hazme 10 diapositivas sobre este tema. | Yo marco las ideas. Ayúdame a elegir las esenciales, recortar lo irrelevante y definir una estructura. | Propón tú la estructura. Explica cada bloque, pon un ejemplo y hazme ajustar antes de pasar al siguiente. |
El punto está en el balance en qué hace la IA, qué hago yo, y hasta donde quiero llegar. Cuando más haga yo, más riqueza pero también más tiempo y esfuerzo.
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## El verdadero potencial está en el proceso, no en la plantilla
Para mí, usar la IA como _**proceso**_ (sea guiado por mí o por la propia IA) es donde ocurre el cambio real: entiendes mejor, piensas mejor y tomas decisiones con más criterio. En cosas como informes largos, el salto es evidente. No tiene nada que ver con _leerse_ el documento; es una experiencia mucho más rica.
Ahora bien, el uso orientado al _**resultado**_ también es útil y lo empleo cada día. Pero hay que tener algo claro: **un resumen no es conocimiento**. Un resumen es un atajo que te da una impresión general, no entendimiento. Y conviene recordárselo al cerebro constantemente: _“no he leído el documento; solo sé lo mínimo para poder hablar sobre él.”_