5 de junio de 2025 # Educación y habilidades para nuestros hijos en la era de la IA ## Esto va a molestar Allá va un post de esos que molestan y me hacen perder suscriptores. Pero hay cosas que, por incómodas que sean, hay que decirlas. Solemos hablar o escribir sobre inteligencia artificial, sobre sus capacidades, sobre cómo reconfigura el trabajo y el pensamiento, qué habilidade futuras necesitaremos (te miro a ti, _Future of Jobs 2025_ del World Economic Forum) Siempre llega una pregunta recurrente: **“¿qué habilidades deberíamos enseñar a nuestros hijos?”** Y hoy quiero responderla. Este post **es** la respuesta. Puede parecer que me voy por las ramas, que esto va más de educación o de crianza que de IA. Pero no. Precisamente por cómo avanza la inteligencia artificial, **es urgente hablar de esto**. Porque las habilidades que marcarán la diferencia en el futuro no son las técnicas. Son las humanas. Y no las estamos enseñando. La pregunta sobre qué habilidades necesitarán nuestros hijos en la era de la IA es cada vez más frecuente, y la respuesta no está ni en los lenguajes de programación ni en las carreras con “más salidas”. La pregunta no está en la IA. Está en otro sitio. En un sitio que muchos no quieren mirar. Vivimos atrapados en un sistema educativo que ya no cumple su propósito. La escuela infantil, tal y como está planteada, apenas ofrece una base mínima: leer, escribir, socializar lo justo. El resto es relleno. Fechas, datos, fórmulas. Memorizar sin entender. Te sabes los ríos, pero no sabes *cómo* es tu país. Te sabes las fechas de las guerras, pero no sabes *cómo vivían* en aquella época. Un modelo diseñado en la Revolución Industrial para preparar a los trabajadores de fábrica, que aún arrastramos sin revisar a fondo. No enseña a pensar, no enseña a conectar ideas, no enseña a comunicar con intención. Forma ciudadanos funcionales, pero no personas preparadas. Frente a esa carencia, cabría esperar que las familias asumieran el rol de educadores reales. Pero tampoco está ocurriendo. Los padres —en su mayoría— han delegado la formación profunda de sus hijos, bien por falta de tiempo, bien por agotamiento, o simplemente porque priorizan otras cosas. La responsabilidad de educar se delega a terceras personas, a menudo poco cualificadas, o directamente a una tablet con conexión a YouTube. A los niños se les llena la agenda de actividades extraescolares, pero no se les dedica tiempo de calidad. Se les gestiona, pero no se les acompaña. El resultado es una generación que crece con un conocimiento superficial y unas habilidades blandas en estado crítico. No se trata de falta de inteligencia, sino de falta de entrenamiento. Muchos adolescentes no saben argumentar, no saben escuchar, no saben resolver conflictos simples sin estallar o huir. Se relacionan peor, piensan peor, y se frustran antes. No porque sean peores, sino porque **nadie les está enseñando lo importante**. Adolescentes sin ***agencia***. Apréndete está palabra porque es la verdadera capacidad vital que nos va a quitar la IA. ### Las habilidades que sí importan Si tuviera que hacer una lista, pondría esto arriba del todo: - **Dominio del lenguaje**: no para escribir bien, sino para **pensar** bien. Pensamos con palabras. Si tu lenguaje es pobre, tu pensamiento también lo es. - **Razonamiento estructurado**: lógica, empatía, pensamiento crítico. Aprender a identificar falacias, a distinguir datos de opiniones, a cambiar de idea con evidencia. Vivimos rodeados de falacias. Si esto no lo ves a diario, estás jodido. - **Curiosidad bien alimentada**: no basta con tener hambre de saber, hay que saber alimentarla bien. Leer libros, ver vídeos, escuchar ideas distintas. Vivimos en una era de consumo enorme de contenido. Que sea consumo por intención, no por el algoritmo. **Escuchar sin acompañar** <-- esto es fundamental, y la mayoría de la gente ni siquiera sabe qué significa. - **Valores**: empatía, honestidad, bondad, justicia. Pero no como palabras bonitas, sino como hábitos diarios. Como parte del carácter. - **Moderación**: no confundir felicidad con consumo. Entender lo que realmente importa. --- ### ¿Y entonces, qué tienen que estudiar? Aquí es donde viene la trampa. La pregunta **no** es **“qué estudiar”.** Y desde luego **no** es “**qué estudiar para tener trabajo”.** Eso es un ticket directo para la infelicidad eterna. La pregunta es: **¿qué vida quieres tener?** Visualiza cómo te gustaría ser dentro de 10, 15, 20 años, qué tipo de vida te gustaría llevar, dónde te ves. A partir de ahí, estudia lo que te acerque a esa vida. Diseña tu camino hacia ella. Y si no sabes por dónde empezar, pídeselo a la IA. Literalmente: > _“ChatGPT, hazme un plan para ser como el personaje de Misión Imposible.”_ Más útil que muchos tests vocacionales. En lugar de obsesionarse con las salidas laborales, los chavales deberían visualizar cómo quieren vivir: ¿Qué hacen cada día? ¿Cómo se sienten? ¿Con quién están? ¿Qué tipo de impacto quieren tener en el mundo? A partir de ahí, se puede pensar en qué habilidades o conocimientos van a necesitar. ¿Hay solución? Sí. Pero requiere tiempo. Atención. Y ejemplo. La educación que cuenta empieza **en casa y empieza pronto**. Lo demás es maquillaje. --- ### Desde dónde hablo Todo esto lo digo por dos motivos: 1. Porque observo. La objetividad, hoy, es un superpoder. 2. Porque lo he vivido. En casa lo aplicamos desde que nuestros hijos eran pequeños. Y el resultado no es que saquen buenas notas. Es que piensan por sí mismos, se expresan con claridad y eligen con libertad. Y eso, en esta era, **es tener la vida resuelta**. De hecho, mola bastante ver como a los 20 años tus hijos tienen la vida resuelta. ### ¿Dónde está el truco? Todo esto tiene truco. Vas a tener que dedicar mucho tiempo a tus hijos. Tanto, que probablemente no será sostenible que los dos en el matrimonio tengan *"una gran carrera profesional de éxito en una multinacional"* (igualmente lo de la "gran carrera profesional" es una enorme tomadura de pelo, pero eso es para otro post o incluso para escribir un libro entero) Uno de los dos tendrá que dedicarse a llevar a los niños al cole ***sin prisa*** y sin calls en el coche por las mañanas. Charlando con ellos después de un buen desayuno sin prisas. Uno de los dos tendrá que recogerlos del cole por la tarde y llevarlos a casa, no a fútbol, ni judo, ni inglés ni chino ni natación ni pádel ni danza ni pintura, sino **a merendar charlando con su padre o madre para mantener una conversación sobre la vida**. Uno de los dos tendrá que **enseñarles con el ejemplo** las grandes enseñanzas de la vida (bondad, empatía, duda, flexibilidad de pensamiento). Con el ejemplo significa no decirlo, **significa hacerlo y que te vean y que tengas una buena respuesta de por qué lo has hecho cuando te pregunten**. La forma de ser solo puede enseñarse con el ejemplo, no con la palabra. En resumen, como diría ChatGPT: uno de los dos tendrá que hacer de padre o madre. No como rol biológico, sino como figura presente. Como referente. Como adulto que enseña a vivir. **Presente**. Y no, eso no se puede subcontratar. Ni a la IA, ni a una extraescolar. Mis disculpas si este post te hace sentir mal. Y recuerda, sean como sean tus hijos, diría que al 90% es resultado de lo que has hecho con ellos. Así que si hay algo en ellos que no te gusta, si quieres buscar la causa, mírate al espejo.